jueves, noviembre 16, 2006

Sobre la triste muerte de Giselle: "Lo que no se comunica no existe"

El duro golpe que fue el fallecimiento de la joven Giselle Banderas, -amiga, vecina, compañera-, debe servir también para que su recuerdo permita reflexionar sobre las realidades que -no sólo los jóvenes que la rodeaban, sino la comunidad toda-, vivimos a diario.

En esta ocasión y a modo de compartir con A TODA COSTA, la “página web” de la Escuela Media 204 que también tuvo a Giselle como parte integrante, está bueno echar una mirada sobre ¿cómo manejaron los medios esta noticia?

Definiciones

Para ello debemos convenir que cualquier empresa que se dedique a informar sobre los acontecimientos de la población, en cualquier lugar del país y del mundo, son eso: EMPRESAS, en las que sus finanzas deben estar aceitadas para poder seguir adelante. Cualquier negocio tiene un objeto y un objetivo: las heladerías y fábricas de heladeras aunque tienen distintos objetos, tienen el mismo objetivo “vender Frío”.

Los medios de comunicación, ya sea utilizando la gráfica (diarios y revistas), el sonido (radios) o la imagen (televisión), basan su trabajo de sumar dinero en el mismo objetivo: Acaparar la atención de las masas, aumentar el rating (o audiencia) y producir efecto dominó en la opinión pública. Con ello la propuesta que le llevan a sus anunciantes es más tentadora y logran de esta manera juntar más dinero.

El gran negocio de la comunicación moderna, entendió –casi desde siempre, aunque se acentuó en los años’80-, que las sensibilidades humanas son muy redituables y en vez producir sólo películas de sangre, terror y muertes que tienen un público delimitado por ese gusto, fueron por más. Hurgaron en los libros de la psicología de masas y encontraron que la mejor manera de sumar y multiplicar en forma geométrica y de manera veloz era que las miserias y pasiones del hombre aparecieran en cámara, en vivo y en directo.

La realidad nos marca una sociedad atomizada e idiotizada por los medios. Manejada por las agendas que ellos mismos convalidan a diario, en conexión directa con el “teléfono rojo” del capo de su multimedia (empresa que abarca todos los medios), ponen toda la fantasía a gusto del consumidor, en un contexto de violencia, producto de las carencias y miserias por las que estamos rodeados y como forma de incentivar esos sufrimientos, pero a su vez también como una práctica vía que la gente tiene para denunciar y ser escuchada..

En nuestro caso

El tema de Giselle, apenas llegó a oídos de los diarios, radio y televisión que existen en La Costa, se le dio la difusión necesaria y –consta-, que aunque quizá con algún prejuicio en la mayoría, sí con mucho respeto, sobre todo en los de la Zona Sur del Partido de La Costa, que es el lugar en donde residía la compañera fallecida.

Diez días más tarde. Ante la necesidad de la familia por hacer conocer en el país el hecho, en virtud de la desatención y mal trato que Giselle recibiera, tanto en el viaje como en su paso por el Hospital de Mar de Ajó, su padres tuvieron que hacer trascender la noticia, para que al mediatizar el problema se nacionalice y, al hacerlo, puedan surgir las soluciones y castigos, con lo que no pueda quedar impune un hecho de estas graves consecuencias y terribles características.

Entonces tuvimos: a los alumnos compañeros de Giselle, junto a sus padres, que aparecieron por Canal 13, Canal 9, y Diarios, revistas y portales de todo el país. La gran relación comercial que une a muchos de esos medios (en lo que se ya definimos como Multimedios), produjo el “efecto dominó”. Y a partir de allí, algunas reacciones de los gobernantes y políticos, como así también el resguardo de otras instituciones.

No todos la plantearon igual, ni todos conocían el camino recorrido. En algunos diarios explicaron el tema y hasta se atrevieron a anticipar la posibilidad que haya contraído HantaVirus (Río Negro On Line). También –días más tarde-, se entusiasmaron con puntualizar acerca del sumario hecho a la doctora que la atendió en la guardia del hospital Mar de Ajó y a puntualizar los nombres de la empresa de turismo y del coordinador involucrados.

Los canales de televisión entrevistaron a la familia y amigos, Canal 13 lo hizo con la solemnidad que los caracteriza, pero sin perder la oportunidad de mostrar el dolor, en el Programa de Jorge Guinzburg; los noticieros de todos los Canales hicieron alguna nota con las imágenes de familiares, compañeros y del hospital de Mar de Ajó y Canal 9 (El Magazine conducido por Chiche Gelblung a primera hora de la tarde) aprovechó la ocasión para molestarse con un medio gráfico local porque –dijo-, su titular no le quiso dar a la producción el número telefónico del intendente. También en distintos programas de investigación, el hecho sirvió para poner de manifiesto y cuestionar, la tarea de las empresas que organizan los viajes de egresados y la recurrente “mala praxis” en el tema.

Conclusión.

Como dijo sin equivocarse el escritor, Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez: “Lo que no se comunica, no existe”. Los costeros tenemos grandes experiencias en nacionalizar problemas locales a través de los medios (tema del agua a fines de los años 90, Las Toninas en enero de 2006 con corte de ruta incluido y ahora éste) y con lo que nos cuesta unirnos y solidarizarnos, esta actitud desesperada, aunque vale para otro análisis saber si es efectiva, permitió por lo menos impulsar un sumario administrativo y su pase a disponibilidad a una médica, permitir a la familia tener un respaldo claro de los hechos cuando accione en la justicia y reinstalar en la mira de la sociedad el maltrato que las empresas de viajes de egresados brindan a los chicos.

También y vale decirlo aunque duela, encendió los semáforos a las familias de todo el país para que los mayores presten más atención y asuman con verdadera responsabilidad la hora de autorizar y acompañar a los jóvenes, cuando se encaminan en la decisión de contratar su Viaje de Fin de Curso, para que el mismo sea un recuerdo feliz y no una fecha tormentosa que se renueva cada año.

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