domingo, diciembre 23, 2007

“Ni muy, ni tan”: Navidad término medio (La Costa: Hábitos y tradiciones)

Una recorrida por los distintos barrios y localidades del Partido de La Costa muestran de manera evidente que –en general- el espíritu tradicional de Navidad se ha desdibujado. Desde el ornamento de las vidrieras hasta el saludo y las compras. ¿Síntoma de una nueva época, o inmediatez de verano?

El escriba fundamentalmente se mueve - para contar a través de la palabra- en base a realidades y sensaciones. “Lo cotidiano se vuelve mágico”, dice Peteco Carabajal en uno de los temas más bonitos de su producción (Las manos de mi madre) y en este transitar para contar, sobre todo en esta época de Navidad parece convalidarse a diario tamaña afirmación.

Los principales centros de las localidades costeras: Mar de Ajó, San Bernardo, Santa Teresita y San Clemente, viven el comienzo de la temporada ya no con expectativas, sino con una abrumadora realidad: el aluvión turístico, que lejos de considerarlo zoológico como Raúl Scalabrini Ortiz refería para marcar características de una porción de la sociedad del’30, aquí la figura está basada en el sustantivo y no en el adjetivo.

A poco de Nochebuena ya se ve a Control Urbano trabajando a destajo para evitar –entre otras cosas- las “doble filas” en las arterias centrales, aunque a veces se los observa titubeantes en el reto frente la desidia del conductor que -por lo general-, no les hace caso cuando se trata de “algún vecino probo” de antiguo cuño… Sobre todo de comerciantes de gran porte y altos ingresos, ídem prosapia, que bajan a controlar su negocio.

También, con el “Karma” de la seguridad encima, se ve con esperanzador alivio que la presencia de la Policía en las calles, más las patrullas municipales, abundan a toda hora. Chalecos naranja, pedido de documento en el ingreso a las localidades, retenes en distintos puntos de la Interbalnearia… La venida del nuevo Ministro Stornelli hubiera sido como un gran soporte a esta tarea, pero dicen sus allegados que una tormenta impidió decolar a su avión desde La Plata, y chau oportunidad porque –usted sabe-, las agendas de los funcionarios siempre está muy apretada... Se espera que la primera semana de Enero, y como virtual regalo de Reyes-, una nueva camada de efectivos de la Policía de la Provincia, abunden la prevención contra el delito.

Las playas están listas, aunque el tiempo haga que la gente vaya y vuelva, porque la variante climática todavía no está estable en la zona: temperaturas que oscilan entre 14 y 30 grados centígrados (“un descoque” total) impiden que en ese sentido haya una continua presencia popular y masiva en la arena propiamente dicha, la que todavía no está muy pulcra. Se han prometido colocar, en esta nueva visión de la infraestructura de servicios, unos bonitos, ecológicos y económicos cestos de residuos… Marcadamente perceptibles desde lejos y con variantes arquitectónicas de diseño que –por ahora-, brillan por su ausencia. Aunque no cabe duda que si continúa el valor de la palabra empeñada, como hasta ahora, ellos estarán…

Con respecto a precios y servicios en los distintos rubros, sobre todo en el gastronómico, corren al ritmo del momento económico el país sin que esto signifique marcadas exageraciones. Y, aunque lejos de guarismos “bendecidos” por el INDEC, se estaría ante la presencia de valores que permitirían un gran consumo, a todos los estratos sociales que hayan decidido venir a vacacionar. Lo que sí falla, y mucho, es el ítem servicios y atención al público. Por eso la arenga “FIDELIZADORA” del intendente Juan Pablo De Jesús, viene como anillo al dedo: a pesar que muchos se esmeran, la mayoría de las personas que atienden al turista todavía no están a la altura de las circunstancias. En la mayoría de las veces porque ubican en lugares estratégicos a jóvenes inexpertos, otras porque los que tienden son expertos con experiencias de jóvenes y –aunque parezca mentira- porque muchos comerciantes abren un local tan sólo para “hacer el verano”, sin tener el menor conocimiento del rubro al que acceden. Tampoco tienen, la gente con movilidad restringida –al que vulgarmente se le llama discapacitados-, facilidad en el traslado y en el acceso al 99,9% de los sitios. Y aunque el guarismo carezca de rigor científico, el rigor lo impone la realidad, y si duda sobre este dato, consulte a alguno de los que sufren este “detalle”, o súbase usted a una silla de ruedas e intente –por ejemplo- ir al baño en su bar o restaurante preferido.

Sobre la Navidad y su espíritu

Lo que motiva esta nota en definitiva es un detalle, de esos que no se perciben con la mirada sino con el corazón, o con los “vicios” de la profesión, es la falta de espíritu navideño, tal como se lo conoció siempre…

Barrios como San Rafael en Mar de Ajó, o Santa Teresita sobre el Monte, en el centro del Partido de la Costa, por dar tan sólo dos ejemplos; lugares de residencia de gente acomodada en sus ingresos, otrora se podía percibir la moda de adornar sus pinos exteriores o iluminar con luces de distintos colores y brillo, con guirnaldas fluorescentes o intermitentes las fachadas de sus fastuosas casas, hoy ese detalle no se ve.

Los mismos negocios de regalerías carecen de proficua imagen de Santa Claus, los “todos por $2,00”, ponen en primer lugar las cajitas de luces y las tradicionales bolas de adorno de los árboles navideños, pero “hasta ahí”…

Ni hablar de ver algún disfrazado con el tradicional traje rojo, con su barba blanca, ( ¡mejor! pobre tipo lo que sufría…) o escuchar villancicos… Tampoco se conocieron actividades como otrora con pesebres vivientes, ni se observa “símil nieve” en las decoraciones de las vidrieras… Tampoco apareció señorita pomposa con traje de “Papá Noel” insinuando sus curvas para que -al observarlas con fruición los humanos machos- subjetivamente se acerquen al producto que la monona publicita,¡ NADA! De eso tampoco…

En fin, quizá esté comenzando la nueva época que permita reconocernos tal como somos (existe siempre una razón… uno sólo es lo que es y anda con lo puesto, asegura el Juglar Joan Manuel Serrat)… en la que entendamos que comer pan dulce, nueces, avellanas y chancho caliente, eleva el colesterol y agrega calorías que necesitaban nuestros antepasados los queridos inmigrantes y pioneros ( O EL TERRIBLE COSTO QUE PARA ESTAS FIESTAS TIENEN ESAS MENUDENCIAS)(o EL TERRIBLE COSTO QUE PARA ESTAS FIESTAS TIENEN ESAS MUNDENCIAS), pero que durante lustros ha dañado la salud de miles de argentinos, sobre todos los de estas regiones… O quizá otros sufrimientos, muchas carencias en las nuevas generaciones, falta de valores familiares, incertidumbres que se hicieron callo…

Todo esto es probable, pero en el mientras tanto, en el espacio que camina de lo que fue a lo que será, el que suscribe comparte con muchos la soliviantada angustia del vacío espiritual, de la carencia de algún estímulo visual, que sólo intenta buscar la felicidad en el encuentro sincero y fraterno, el que se da de manera cotidiana y que lo brinda tan sólo aquellos que bien te quieren… Lo demás, es probable que sea nieve artificial o renos de cartón pintado... FELIZ NAVIDAD PARA TODOS…

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